Hace poco más de diez años, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) —entidad que con gran orgullo presido— se comprometió a impulsar en el entramado pyme un modelo de negocios, poco conocido en nuestro país en aquel entonces, que motive el desarrollo económico con inclusión social y cuidado del ambiente.

Una década después y frente a una pandemia que colapsó —en la mayoría de los países— los sistemas sanitarios primero y los económicos después, y obligó al mundo entero a acelerar un cambio de paradigma en los negocios, repensando las formas de interactuar, vender y consumir, seguimos reafirmando la idea de que trabajar para fomentar un empresariado responsable es el camino correcto.

Aquel difícil panorama vivido en 2020 y que aún conlleva un horizonte incierto impactó negativamente en las pymes de nuestro suelo, agudizando la recesión comercial e industrial para estas empresas, que son motores del desarrollo de las regiones y pilares fundamentales de la economía nacional, y representan el 40 % del Producto Bruto Interno y el 70 % del empleo formal de todos los argentinos. Esta situación provocada por el COVID-19 implicó grandes desafíos individuales y colectivos para cientos de miles de trabajadores de nuestra actividad, así como también para colaboradores y dirigentes de la Confederación.

La digitalización y la incorporación de nuevos protocolos de trabajo estuvieron presentes desde el primer día con el objetivo de fortalecer nuestro acompañamiento a las entidades adheridas y a sus pymes ante un marco de constante aprendizaje, en el cual hemos entendido la necesidad de aggiornar la lógica de esta actividad y no pensar solamente en defender a un sector, sino también en generar el crecimiento y la expansión del empresariado en un contexto íntegro, amplio y armónico para las comunidades del país.

Nos encontramos en una etapa compleja, ya que tenemos la certeza de que la pandemia no acabará en 2021. Por ello, reivindicamos el diálogo constante con todos los sectores y la genuina demanda de asistencia a nuestras pymes, comprendiendo las dificultades que afrontan cotidianamente, pero asumiendo como la gran entidad gremial empresaria que somos el rol social y ambiental que nos toca.

Desde el año 2015, en CAME —a través de nuestro Departamento de Responsabilidad Social y Desarrollo Sustentable— adoptamos el desafío de informar a nuestros públicos el compromiso con el Triple Impacto (crecimiento económico con conciencia social y ambiental) mediante la publicación anual de este reporte.

Por todo ello, y en honor a ese rol protagónico que nuestro sector representa, los invito a recorrer este documento y los convoco a seguir trabajando con valentía y convicción, en unión, con entrega y vocación, en la construcción colectiva de un empresariado responsable por un futuro mejor para todos.

Sr. Alfredo González
Presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa